Los nuevos pilares del orden internacional reclaman dar a las crisis y confrontaciones el cauce de la política y la participación ciudadana.
Lo que viene es un mundo donde confrontar y competir no anulará la necesidad de concordar y cooperar.
El mundo musulmán tiene el desafío de mostrar que el Islam no llega al mundo de hoy obsesionado en que los demás reconozcan a Alá y sigan sus leyes, sino asuma la fuerza de la diversidad y el diálogo.
Ese es el marco para un nuevo orden mundial.
Más allá de la coyuntura (tan heredera de lo que el siglo XX no supo resolver) estamos transitando hacia un mundo multicoral donde el orden mundial estará determinado por los países continentes como India, China y Estados Unidos.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/02/16/opinion/1455642824_733417.html