Por: El colado
OAXACA.– Como a la vieja usanza priista, así se vio después de mucho tiempo el auditorio sede del otrora partido de las mayorías, desde las 2 de la tarde empezaron a llegar hombres y mujeres que deseaban ver, saludar y tomarse la foto con el nuevo líder nacional del PRI, el cuestionado Enrique Ochoa Reza, un hombre que sin tener camino recorrido en las filas del partido, de la noche a la mañana lo ungieron como líder nacional, su único mérito es ser amigo de piquete de ombligo del presidente Enrique Peña Nieto.
Se citó a todos a las 4 de la tarde, a esa hora ya estaba el auditorio totalmente abarrotado, se podía ver a priistas de hueso colorado, a priistas que apoyaron a Gabino Cué, a priistas que apoyaron en su momento a Diódoro Carrasco (como Paola España y “El Chucky” Franco) a priistas que se alejaron del partido en las malas y hoy en las buenas regresan.
Se escuchó la plática de dos personas que muy amenamente comentaban: “¿Ya viste que llegó Jorge Franco? Ya ni la vergüenza perdona, a ese traidor lo deben de sacar, y mira al orador, lo está mencionando como si hubiera hecho una gracia”, y respondía el otro: “¿y de qué te quejas? si el principal traidor fue José Murat con todo su grupo de dinosoaurios Díaz Pimentel, Baylis, “El Ratón Zárate”, Germán Espinoza, que inclusive fue colaborador de la actual administración y que apoyaron con todo a Gabino; hoy en día este es el partido de los que chaquetearon y regresaron, ¡de qué nos asustamos!”, comentaban estos dos hombres que hacían tiempo mientras pasaban los minutos y nada.
Llegaban los invitados especiales: don Agustín Márquez Uribe, a quien de tanto estar sentado por momentos se echaba un coyotito, llegó Toño Amaro, –Evielista de cepa- a quien lo ven como apestado los de la nueva burbuja de Alejandro Murat y a quien lo recorrieron unas sillas a la orilla, ya que se había colocado justo en el centro, pero ¿cómo iba a estar al centro si hay rumores de que en campaña el y su patrón Eviel jugaron las contras?
Desfilaron Samuel Gurrión, que por fin apareció -medio triste porque se dice que lo bajaron de la coordinación de la nueva legislatura-, el diputado del PRI Óscar Valencia quien también se sentó en las sillas principales y tuvo que llegar un chalán del PRI para decirle cortésmente que se fuera a la parte de abajo ya que su nombre no aparecía para estar sentado en las sillas principales. ¡¡¡Plop!!!
Los oradores ya no tenían más palabras para tranquilizar a la gente, porque los minutos pasaban, pasaban y pasaban y nada, eran ya 3 horas de espera y su líder nacional no llegaba.
Como oradores estaban José García -quien por cierto trabajó en el DIF con la señora Mané, un tiempo apoyó al PAN, pero hoy ya se siente más priista que el mismo Cachorro.
También una mujer joven, nueva, que dicen los que saben y las malas lenguas, que en campaña se anduvo pegando con los meros cucos y a cambio de unos besos, un viaje a Nayarit y las caricias a Toño Amaro y Eviel se colocó- y hoy es la oradora oficial de los eventos del PRI. Su nombre no lo sabemos porque es nueva en esto de la política, pero sus encantos saltan a la vista y no se les haga raro que dentro de poco sea diputada Plurinominal.
Y por último, el otro orador de apellido Arrazola, de quien -dicen- que a los nuevos presidentes municipales les pide que lo metan en la nómina de su ayuntamiento.
Pues dieron las 7 de la noche y nada. Se oían los chiflidos y un grupo de personas empezó a gritar: “Clavillazo, Clavillazo, Clavillazo”, esto en alusión al parecido del líder del PRI con el famoso cómico mexicano.
Por fin y después de tanta espera llegaron y, para colmo, lo hicieron por la puerta principal, se demoraron algunos minutos más saludando, a esa hora ya mucha gente se había ido.
Después de las seiscientas, empezó el mitin.
También hay que mencionar que fotógrafos de la prensa se tuvieron que meter a la fuerza, ya que el acceso estuvo muy restringido.
La orden fue nadie de la prensa estatal podía estar en el círculo VIP, solo los del equipo de prensa de Alejandro Murat, del PRI Nacional y nadie más, se le hizo el fuchi a la prensa local.
Empezó el evento con un larguíííísimo discurso del más cuestionado de los integrantes de la nueva burbuja: Alejandro Avilés. Hojas y hojas leía y la gente se desesperaba más, hasta que por fin toco el turno del gobernador electo, que su discurso fue una copia fiel de los que daba en su campaña, parecía un evento de campaña, nada nuevo.
Al final la esperada participación del Ochoa Reza, quien mencionó su amistad y cercanía con Alejandro Murat, su amistad que empezó cuando los dos eran estudiantes y su compromiso de ir juntos en el gobierno que empezará Murat Hinojosa.
Por fin terminó el esperado evento y poco a poco se fueron llenando los autobuses -decenas- que llevaron de regreso a las personas de las diferentes colonias del la ciudad.
