Pues dentro de las varias ocasiones en que Quiquis hace referencia a mi persona hay tres que me impactan: la reseña de mi matrimonio en 1968.
Toda la mesa soltó la carcajada, y yo, ¿qué me quedaba?, me puse en pie y grité: ‘¡Miente!
Luego de las demoledoras peroratas mencionadas, el entrañable auditorio Jacinto Pallares quedó más dañado que el multifamiliar Juárez después del sismo.
¿Podría mencionar los artistas plásticos, campeones de judo, literatos, juristas, miembros destacados del foro, campeones de oratoria, galanes de telenovelas.
Una retahíla de compulsivos parlanchines fatigó el micrófono y repartió a destajo cursilerías y lugares comunes ya muy fuera de época.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/02/22/opinion/010o1pol