En cambio detrás del problema de la deflación se esconde el espectro de un mundo en el que se estará produciendo con pérdidas.
Pero ahora las cosas han cambiado y con la crisis económica global descubrimos que en Europa, Estados Unidos, Japón e incluso China, el verdadero enemigo es la deflación.
Es decir, la deflación perjudica a los deudores y beneficia a los acreedores.
Esto es lo que alimenta la idea del estancamiento secular.
La política de tasas de interés respondía a la necesidad de enfriar la economía cuando el calentamiento llevara riesgos inflacionarios.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/03/09/opinion/028a1eco