Diana Manzo/Corresponsal
JUCHITÁN,OAX.- Juchitecos conviven con sus difuntos también en Miércoles Santo, así como lo hacen en Domingo de Ramos, en este día disfrutan de los antojitos en especial del tamal de iguana y también de bebidas y dulces típicos.
A muy temprana hora en este camposanto ubicado en la Octava Sección “Cheguigo”, decenas de personas acuden a las tumbas para adornarlas con flores y velas y por la tarde el espacio se convive en torno a la algarabía y música típica.
Bandas musicales, mariachis y tríos interpretan canciones en zapoteco, las familias cantan y lloran con su familiar difunto como una forma de celebrar que a pesar de que ha muerto el recuerdo sigue vive.
En este cementerio se encuentran enterrados escritores como Macario Matus y Pancho Nacar en donde sus familiares adornan las sepulturas con palma fresca y le colocan flores como el coroz, jazmin, guiechahi y guie xhuba’.
Martina Santiago, visita a su esposo año con año, no ha dejado de hacerlo desde hace una década cuando falleció, a ella la acompañan sus hijos y nueras.
“Desde hace una semana, mis hijos limpiaron y pintaron la sepultura de su papá, hoy por la mañana lo adornamos como a él le gustaba, con flores del Istmo y ramas verdes, mi esposo era campesino, tenia su yunta de bueyes y era muy alegre”, expresó.
Tomás Chiñas Santiago cronista e historiador juchiteco refirió que los zapotecos son los únicos en todo el país que conviven con sus fieles difuntos dos veces al año, en Todosantos cuando existe la creencia que ellos llegan a sus casas y en semana santa “Nabaana” cuando los vivos los visitan en el panteón.
“Juchitán y pueblos del Istmo disfrutan convivir con el espíritu de sus familiares, más que con la muerte, se trata de una convivencia, lloran y ríen al mismo tiempo, en el Istmo comienza la semana santa el Domingo de Ramos, son días mayores de fiesta y mucha espiritualidad”, sostuvo.
Añadió que en las capillas de la localidad meses antes se celebran las “Ermitas” los días jueves en donde se comparte una romería y también familias buscan la oportunidad de crear lazos con amigos y familiares a través de crearles lazos de compadrazgo.
En los pasillos y alrededores no falta el huevo de pascua que es elaborado de confetí y harina, mientras en las sepulturas los niños se entrelazan para disfrutar de la convivencia, la cual termina a altas horas de la noche.