A veces es difícil entender dónde está esa línea que no se puede cruzar y a diferencia de muchos otros países, aquí todo político tiene que pretender que es una persona ética y moral, aun cuando nadie les cree.
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Casi todos los políticos republicanos que condenaron a su abanderado por su falta de respeto a las mujeres se oponen al aborto y, más aún, han promovido limitar e incluso anular servicios de salud para mujeres por todo el país.
Más aún, como se exhibió esta semana, esto puede llegar al absurdo de que hombres en la política que llaman a respetar a las mujeres y que denunciaron las declaraciones de Donald Trump sobre su agresión sexual –dijo que cree que puede tocar donde quiera y cuando quiera a cualquier mujer– son los mismos que violan el fundamental derecho de una mujer a decidir sobre su propio cuerpo.
Este es un país donde políticos pueden anunciar, promover u ordenar guerras que matan a miles, calificar de “violadores” y “asesinos” a todos los mexicanos, deportar comunidades enteras, torturar, desaparecer y detener de manera indefinida a cualquier extranjero, vigilar de manera ilegal a la población entera, envenenar las aguas de pueblos enteros, permitir que uno de cada seis niños en el país más rico del mundo padezca hambre, dejar impune el asesinato de civiles desarmados por la policía, pero aparentemente esos mismos políticos no pueden tocar el tema del sexo, ni para bien o para mal, en público.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/10/10/american-curios-politica-moral