Diana Manzo
Juchitán, Oax.- Muxes de Juchitán como se le conoce a la comunidad de la diversidad sexual en el Istmo de Tehuantepec recibieron la bendición de San Vicente Ferrer, patrono de los juchitecos de la religión católica como parte de su visibilidad y aceptación social.
En Juchitán una localidad de la región del Istmo de Tehuantepec en el estado de Oaxaca desde hace 41 años, las muxes celebran la vida con una misa de acción de gracias en el marco de la celebración anual de la festividad llamada “Vela de las Autenticas Intrépidas Buscadoras del Peligro”.
Existen muxes mujeres y hombres, las mujeres visten con el atuendo tradicional de la mujer istmeña, su traje regional (enagua y huipil) mientras que los muxes hombres con su guayabera impregnada de detalles de flores elaboradas a mano y otros cadenillas de hilo de seda.
Todas llegaron puntuales al medio día, los mayordomos encabezados por Juan y Carmelina Chiñas se ubicaron en las sillas de enfrente y a su alrededor toda la comitiva de la diversidad sexual no solo de Juchitán, tampoco del Istmo de Tehuantepec sino del mundo entero.
La convivencia se vuelve hermandad en estos días de fiesta para la comunidad de la diversidad sexual quienes año con año celebran estar vivos y disfrutar de una sociedad tolerante, reconocen que Juchitán no es “el paraíso muxe” y que su finalidad es luchar porque no existan crímenes de odio o trasnfeminicidios.
El sacerdote Lucio Santiago Santiago como hace muchos años les dio la bendición y les recordó que una iglesia es el corazón de cristo, les enfatizó que como seres humanos merecen respeto y tolerancia por lo que les exhortó a seguir luchando por una mejor y mayor visibilidad enmarcada en el respeto social.
Durante la comunión diversos muxes acudieron a tomar la ostia y antes de concluir la misa se realizó la entrega de la mayordomía que simboliza una tolerancia a la diversidad sexual, no solo significa fiesta sino afrontar los retos que año con año tiene este sector que cada vez es más vulnerable.
Al concluir la misa de acción de gracias, caminaron por las principales calles con una banda de música en donde los ritmos y tonos musicales contagiaron el cuerpo y de inmediato los movimiento de cadera y hombre se hicieron presentes mientras que del otro lado de los espectadores, los comerciantes y curiosos les aplaudían y los admiraban.
La eucaristía es una de las ceremonias que realizan los muxes, además del paseo de carros alegóricos, fiesta nocturna y también lavada de ollas.