Jaime GUERRERO
OAXACA, (pagina3.mx).- Al menos cinco de cada diez negocios o establecimientos que abren en Oaxaca fracasan ante las marchas plantones y bloqueos que protagonizan organizaciones sociales y sindicales, así como actores políticos, que buscan llamar la atención del Gobierno del Estado, para el cumplimiento y respuesta a sus demandas.
De acuerdo con las cámaras empresariales y comerciales, las marchas, bloqueos y tomas, son igual de gravosas que la delincuencia, en la superviviencia del sector productivo.
El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Oaxaca, Raúl Ruiz Robles, lamentó que en Oaxaca el mensaje que se envía es que no podemos trabajar.
Aun cuando concedió que hay grandes cadenas que pueden llegar a Oaxaca porque tienen el respaldo económico de sus tiendas en otras partes del país, los empresarios de Oaxaca no se pueden comparar con estas y son los más afectados con la inestabilidad social.
Según estimaciones de las corporaciones de seguridad pública y vialidad, al cierre se habían contabilizado más de 2 mil 950 movilizaciones en todo el estado. En promedio se registran de 3 a 5 bloqueos carreteros, 2 a 4 tomas de oficinas públicas y 3 manifestaciones al día.
En ese mismo lapso se ejecutaron 510 tomas de edificios públicos, 495 bloqueos carreteros, 350 marchas, 320 bloqueo de calles, 165 toma de palacios municipales, 220 acciones de toma de casetas de cobros, 250 retención de unidades de motor, 80 retención de personas, 80 tomas de tiendas departamentales, 90 paros laborales, 78 plantones, 61 tomas de escuelas, 85 instalación de módulos de denuncia.
Además de 65 mantas colocadas en distintos puntos de la ciudad, 52 tomas de gasolineras, 56 instalación de filtros de manifestantes, 75 acciones de boteo en casetas de peaje, 29 marchas caravana y 620 mitines.
De su lado, comerciantes, estiman que cada día de movilizaciones, el desplome económico en la zona de concentración llega a ser del 70 por ciento, pero también hay un impacto en el número de horas no trabajadas debido a las dificultades para llegar a los empleos durante los bloqueos a la ciudad.
Uno de los puntos más afectados por la presencia de manifestantes es la calle de Armenta y López, que desde hace poco más de un año se mantiene cerrado por integrante de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Sobre este corredor, sobreviven seis establecimientos y al menos cuatro locales más se encuentran desocupados y con anuncios de “Se renta”.
Para el líder de la Coparmex Oaxaca, un ejemplo muy claro de las consecuencias de la inestabilidad social, es el Pabellón Violetas, ubicado en la colonia Reforma.
Antes de los incidentes de Nochixtlán (junio de 2016) tenían ya varios acuerdos con cadenas nacionales para que se apostaran en su desarrollo, al día de hoy no hay ninguna que haya llegado por todo lo que ha sucedido en Oaxaca. Es cierto que hay empresas que llegaron, pero eso de que Oaxaca sea una tierra de oportunidades para el empresariado, esta muy distante.
A pesar de que el Pabellón Violetas está anclado a una de las zonas económicas privilegiadas al norte de la ciudad, la ocupación de los locales no alcanza ni el 50 por ciento.
La plaza fue abierta en marzo de este año pero en ésta no hay una sola franquicia ya que fue alejada por los acontecimientos de junio del año pasado cuando docentes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación realizaron una serie de bloqueos carreteros que tuvo su momento más álgido en Nochixtlán durante un enfrentamiento con saldo de ocho personas muertas, además de múltiples saqueos a tiendas del primer cuadro de la ciudad.
