Derechos HumanosCrónica de un cónclave para nombrar al Ómbudsman de...

Crónica de un cónclave para nombrar al Ómbudsman de Oaxaca con galletitas de la suerte

-

ANTONIO MUNDACA

 Oaxaca, Oax.- Sentada en el restaurante japonés Sushitto en la Plaza Mazari de la Colonia Reforma la diputada Magaly López Domínguez pedía platillos de arroz. Junto a ella, la diputada Laura Estrada Mauro era cubierta con una chalina para el frio por una asistente, y le servían hojas verdes en platos de porcelana.

El diputado Horacio Sosa Villavicencio escabullía los ojos, nervioso movía las piernas, tal vez pensaba lo que ya ha dicho antes, “qué chingones somos mi hermano y yo”, parecía que su cuerpo tenía algo de calor mientras se recargaba en la mesa.

De espaldas, frente a la entrada del estacionamiento, el Presidente de la Mesa Directiva del Congreso, Cesar Morales Niño le hacía señas al camarero que algo le faltaba en la mesa a las diputadas:  agua mineral de limón. Los cuatro, protagonistas de una telenovela para elegir al Ómbudsman de Oaxaca.

Diputadas y diputados que hablan en voz baja en la puerta del rincón.  Alguien, algo avisó a los guaruras para impedir ojos incómodos, interrupciones innecesarias, cámaras sospechosas. El personal de seguridad de los representantes populares miraba a los comensales, decían entre ellos historias de affaire legislativos que no se pueden contar.

Desde hace tres días la legisladora de Morena Magaly López había sido buscada para una entrevista donde diera pormenores, detalles, oficialidad al menos, sobre lo que está a punto de pasar con la designación del nuevo Presidente de la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), y donde se ha hablado de la imposición del clan morenista para uno de sus leales.

Pero la diputada López Domínguez siempre tuvo la agenda llena. No hay tiempo para declaraciones, aunque existan entrevistas concretadas. Su miedo para hablar sin guiones en la tribuna de congreso. El pavor escénico a hablar sin apuntadores, de discurso titubeante, apuntalada en el poder por el Efecto Obrador, enrolada en las dinámicas de oficina en las procuradurías del papeleo y asistida en materia de medios y derechos civiles por Razhy González, no hubo cabildeo posible para hacerla cumplir con su obligación de informar sobre un proceso que ha sido señalado como viciado por el conflicto de intereses para dar a conocer la terna de elegidos a la DDHPO. Magaly López había preferido el silencio. Pero la encontramos.

Las diputadas nerviosas. Los diputados intranquilos parecían resolver el destino de los derechos humanos de Oaxaca que está por venir. Después de una hora finalmente la paz de la conversación. Si no la paz entre ellos, al menos los posibles acuerdos que beneficien al clan. Si no la paz entre ellos, si la paz de los infames periodistas que se ríen de la política ficción y encontraron por azar la fuente de información que les había sido negada, y que por casualidad almorzaban arroz con jengibre después de horas de buscar a la Presidenta de la Comisión Permanente de Derechos Humanos de la 64 legislatura, para tener al menos la voz acostumbrada del oficialismo: “Todo ha sido apegado a la legalidad, el proceso ha sido transparente, blablablá”.

Coca cola light para hacer saliva y prepararse para hacernos creer, que los procesos democráticos pasan por las mayorías y no por los acuerdos de un cónclave en Plaza Mazari.

Terminanda la cena, se le pidió una entrevista a Cesar Morales Niño esperando poder entrevistar -por fin- a Magaly López o a Horacio Sosa, pero mientras la pelotera de tres reporteros y reporteras cuestionaban al legislador, como si le hubiera caído el chahuistle, al dar la vuelta había desaparecido el hermano de Flavio Sosa.

Pensamos que había puesto paso veloz a algo más importante, quizá iba camino a una nueva ‘revolución’, o es que en la galletita de la suerte que dan en los restaurantes japoneses le había salido un mensaje para Cesar Mateos Benítez, “la cancha es tuya, papá”, y son noticias que no pueden esperar.

Y entonces, se vino la luz. La diputada Magaly López huyó de la prensa con pasos decididos. Dio grandes zancadas a pesar de su cuerpo pequeño, voló, “traía motor”, dijeron los meseros, mientras el guarura de ojos vigilantes y cuentos de affaire perseguía a su empleadora para llevarle el itacate. ¿Le teme a algo la diputada por Morena?, ¿No se supone que todo es transparente?

La agenda llena de Magaly López no se pudo desocupar, ni 5 minutos, ni después de haberse comido las galletitas de la suerte. En la búsqueda de esa cita con la historia de tan célebre personaje, apareció la revelación tragicómica: La diputada de Morena Magaly López Domínguez, además de representar al pueblo, le gusta correr en medio de la plaza, atravesar a paso veloz restaurantes llenos de gente, interrumpir a los meseros ante que cumplir con la mínima obligación de un servidor de la patria: hablar del trabajo que le toca hacer.

Últimas noticias

Informa IEEPO nuevos requisitos para corregir documentos oficiales

En reunión con Unidades Delegacionales de los Servicios Educativos se dieron a conocer los cambios de estos procedimientos...

Sin reforma constitucional, Infonavit podría construir hasta 500 mil viviendas

La legislación vigente del Instituto permite invertir en desarrollo habitacional. Alianzas interinstitucionales e intergubernamentales, clave para garantizar el...

Santiago Yosondúa sitia a la comunidad mixteca de Santo Domingo Ixcatlán; temen ataque armado

Pedro Matías Exigen al gobernador Salomón Jara su intervención Suspenden clases en todo el municipio de Ixcatlán ante una escalda de...

Gobierno de Salomón Jara vuelve a ser noticia internacional por promover la cultura del narco

Pedro Matías Primero su secretaria de Turismo pretendió convertir a Oaxaca en Disney y ahora Seguridad Pública festeja al estilo...

Quizá te pueda interesar
Recomendaciones para ti