Renuncia el fiscal general de Oaxaca, Arturo de Jesús Peimbert Calvo, a su cargo; aunque matizó que fue una decisión personal, la realidad es que existieron presiones políticas desde el gobierno del morenista Salomón Jara Cruz porque no es de su grupo político.
Pedro Matías | Foto: bbmnoticias.com
Oaxaca, Oax. (página3.mx).- El fiscal general de Oaxaca, Arturo de Jesús Peimbert Calvo, renunció al cargo pese a que fue electo para permanecer en el cargo siete años y aunque matizó de que fue una decisión personal, la realidad es que existieron presiones políticas desde el gobierno del morenista Salomón Jara Cruz porque no es de su grupo político.
Peimbert Calvo fue designado fiscal general el 18 de marzo de 2021 al contar con la venia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador; sin embargo, un año, nueves meses y cinco días después, se vio obligado a renunciar con la llegada de Salomón Jara Cruz.
La renuncia se da casualmente a 17 días de que la Fiscalía General de Oaxaca a cargo de Peimbert Calvo logró una sentencia condenatoria contra la protegida del actual gobernador, la expresidenta municipal de Asunción Nochixtlán, Lizbeth Victoria Huerta, y tres de sus excolaboradores que participaron en la desaparición forzada de la activista Claudia Uruchurtu Cruz, ocurrida el 26 de marzo de 2021.
La renuncia con fecha 23 de diciembre de 2022 fue presentada en la Comisión Permanente de Administración y Procuración de Justica de la LXV legislatura de Oaxaca.
Las razones de la renuncia del fiscal de Oaxaca
Al salir del recinto legislativo, Peimbert Calvo resaltó que su renuncia “es una decisión personal que no obedece a ninguna presión de ninguna índole pero sí al entendimiento claro y puro de que Oaxaca está viviendo una nueva realidad política”.
“Y de esta nueva realidad política se abre brecha la generosidad institucional y nos parece muy importante que este nuevo constituyente junto con el gobernador Salomón Jara Cruz puedan generar un mecanismo de elección que permita darle certidumbre a las oaxaqueñas y oaxaqueños de que existirá una procuración de justicia en las optimas condiciones jurídicas, políticas y sociales”, agregó.
Al preguntarle si hubo alguna presión, no afirmo ni rechazo, solo se limitó a decir que
“es una decisión personal”.
Lo que sí reconoció es que “encontramos una fiscalía bastante disminuida en términos de infraestructura y supraestructura con necesidades muy claras de las personas que laboran en la propia fiscalía, necesidades que no permiten un desempeño pleno porque Oaxaca tiene una de las fiscalías mas pobres y menos pagadas, con menos infraestructura y recursos para hacer su trabajo en un estado muy pobre y grandes retos de justicia”.
Otro diagnóstico es encontró es” una fiscalía que históricamente ha sido victima de penetración y corrupción que es un flagelo que se tiene que combatir, pero también nos encontramos una fiscalía con elementos muy positivos, el capital humanos de muchos ministerios públicos, peritos, fiscales, agentes estatales son los que permiten en el día a día los objetivos que se han venido cumpliendo”.
Sin embargo, dijo, “Oaxaca en los últimos años ha logrado remontar algunos de los paradigmas negativos que tenían en cuanto a protocolos de actuación y respeto a derechos humanos; pero estamos seguros de que a partir de la elección del nuevo o nueva fiscal que podrá continuar con esta labor, va a lograr los objetivos que se tienen”.
Finalmente, aceptó que entre los pendientes que dejó “es el que tiene que ver con el alto índice de feminicidios, yo lo pondría en el mas alto nivel de prioridad, en segundo con los homicidios que se han venido incrementando por la presencia del crimen organizado y tercero la justicia cotidiana”.
