Acudirán por primera vez a las urnas en 2024, la mayoría elegirá una presidenta

*Se trata de poco más de seis millones de mujeres jóvenes de entre 18 y 22 años. *En 70 años, las mexicanas han electo al 17 por ciento de los presidentes, todos hombres.

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Soledad Jarquín Edgar

SemMéxico, Oaxaca, 16 de octubre de 2023.- En 2024 más de seis millones de mujeres de entre 18 y 22 años acudirán por primera vez a una elección federal y ellas tendrán otro privilegio ciudadano, elegirán a una primera presidenta de México.

Hasta el cierre del 5 de octubre pasado de la Lista Nominal del INE, poco más de seis millones de jóvenes de entre 18 y 22 años acudirán por primera vez a una elección presidencial el próximo año, son parte de las mujeres que conforman el 52 por ciento de ciudadanas que se prevé voten.

Un 17 de octubre de 1953, es decir hace 70 años, las mexicanas consiguieron el voto universal al ser publicada la reforma al artículo 34 Constitucional en el Diario Oficial de la Federación, mismo que había sido aprobado desde diciembre de 1952.

Fueron muchos los intentos de sufragistas, de todas las ideologías políticas, las que desde 1824 habían luchado por conseguir el voto de una u otra manera, en uno u otro espacio, por lo que aquel 17 de octubre de 1953 marcó en definitiva una nueva etapa, tras 130 años de lucha sufragista.

Las mexicanas han electo únicamente a 11 de los 65 presidentes; es decir, menos del 17 por ciento que ha tenido el país.

La primera vez que acudieron a votar por un presidente fue el 1 de julio de 1958. Aquel domingo el triunfo fue para Adolfo López Mateos.

La historia del voto universal de las mexicanas registra como fecha emblemática el 3 de julio de 1955, cuando efectivamente acuden a las urnas para elegir a la diputación federal que integra la XLIII Legislatura.

Las candidatas de los últimos 70 años

Aunque en los últimos 70 años ha habido siete candidatas a la presidencia de la República, -contando las dos ocasiones en que participó Rosario Ibarra de Piedra-, considerado el máximo cargo público de este país, será hasta la próxima elección cuando una mujer pueda llegar a ese cargo público.

Ese que será un privilegio para las nuevas votantes, ha sido un largo sueño para muchas mexicanas en las últimas 11 elecciones en que han acudido a votar y donde solo en cinco procesos ha habido siete candidatas.

  • Rosario Ibarra de Piedra fue la primera en 1982 y repitió en 1988 por el Partido Revolucionario de los Trabajadores.
  • Cecilia Soto, por el Parido del Trabajo, en 1994.
  • Marcela Lombardo Otero en 1994, por el Partido Popular Socialista.
  • En 2006, Patricia Mercado fue candidata por el Partido Alternancia Socialdemócrata Campesina.
  • Josefina Vásquez Mota fue por el Partido Acción Nacional en 2012.
  • La última fue la candidata independiente Margarita Zavala.

Hasta las próximas elecciones ninguna de las aspirantes presidenciales había tenido el respaldo de los partidos con mayor poder.

El PRI, por ejemplo, que había gobernado durante ocho décadas nunca postuló una mujer.

Ahora, las primeras votantes podrían concretar el sueño de sus madres, abuelas, bisabuelas y en algunas casos tatarabuelas.

Las dos aspirantes tanto de Morena como de los partidos que integran el Frente Amplio por México (PAN-PRI-PRD), tienen amplias posibilidades:

  • Claudia Sheinbaum
  • o
  • Xóchitl Gálvez.

Qué piensan las nuevas generaciones

Cinco jóvenes que acudirán en 2024 a elegir a la primera presidenta de México reconocen la oportunidad, pero tienen sus propios llamados: por un lado, reducir la violencia contra las mujeres y por el otra, más oportunidades para las nuevas generaciones en educación y trabajo.

Ameyali López Montoya, estudiante del segundo semestre de Artes Visuales en la Universidad Autónoma de Chiapas, plantea que cuando era niña decía que sería la primera presidenta de México, aunque ya se le adelantaron.

“Saber que sí puede haber una presidenta hace que mi niña interior se ponga feliz y eso pasará justamente cuando a mí me toca votar por primera vez. Es un momento que va a marcar la historia, y a mí como mujer. Estoy contenta que haya candidatas con posibilidades”.

A sus 19 años de edad explica que llegar a obtener el voto universal en 1953 fue un proceso difícil.

“Hoy, no me imagino cómo fue vivir en esa época sin el derecho a elegir a las autoridades, no me imagino ni quiero un México donde los hombres y solo ellos tomen las decisiones de las demás personas”.

Amayeli nació en Tuxtla Gutiérrez Chiapas, vivió por un tiempo en Ocozoncuatla, un municipio turístico de aquella entidad, hoy ha vuelto a la capital chiapaneca donde reside y donde obtuvo su credencial de elector hace un año, porque se la pedían en todas partes, incluyendo los antros, dice riendo con pena.

Mejorar el sistema de justicia

Hoy dice esta artista y feminista, las aspirantes hablan mucho sobre las mujeres, de ahí que espera que “ese interés lo sostengan hasta cuando una de las dos sea presidenta, porque necesitamos en la presidenta a quien entienda qué significa ser mujer y sepan qué es lo que tienen que cambiar”.

¿Qué tendrían que cambiar? Se le pregunta.

Creo que tiene que cambiar la forma en que administran a las instituciones, principalmente las de justicia. Cuando una mujer denuncia, lo que vemos es que no están preparados para atenderlas, por eso creo que el sistema tiene que cambiar. Todos los días vemos denuncias de violencia contra las mujeres pero no vemos las respuestas para evitar esa violencia, dice la estudiante de Artes Visuales.

Sí tuviera la oportunidad de tener enfrente de mi a Claudia o a Xóchil les diría que seguramente las mexicanas esperamos un cambio, pero también le diría que aguanten porque tendrán muchos obstáculos y muchos señalamientos en su contra.

Hace un llamado a las ciudadanas cuando asegura que, si las mujeres no involucramos en la vida pública y política, otros seguirán tomando las decisiones.

Derecho a la salud

Xadani Xóchitl Martínez García tiene 19 años. Solo estudió hasta la Secundaria porque la pandemia truncó sus posibilidades. A las niñas y niños de su generación les dieron sus papeles, “supiéramos o no”, dice.

Uno de sus sueños es ser abogada y planea algún seguir sus estudios, pero hoy está concentrada en el cuidado de Jesús, su pequeño hijo de un año.

Dice que sobre el sufragio femenino nunca les hablaron en la escuela, solo sabe que antes las mujeres no votaban, pero eso no está escrito en los libros de la escuela.

Me importa mucho que si tengamos una primera presidenta de México, pienso que está bien y será bueno. También plantea que si tuviera a las aspirantes frente a ella les pediría que devuelvan el seguro popular, porque en los últimos años se ha perdido el derecho a la salud.

Mariana Valeria Amaya García también irá a las urnas por primera vez el próximo año, sin embargo, aún no la convence ninguna de las opciones políticas.

Estudiante de Sociología (a distancia) en la UNAM, la también feminista reconoce que sí es un logro una primera próxima presidenta de México, pero advierte que todavía no es tiempo de celebrar.

Y es que para Mariana Valeria ninguna de las dos futuras candidatas toma en cuenta las peticiones de las mexicanas promedio.

Xóchitl (Gálvez) es de derecha y (Claudia) Sheinbaum como jefa de gobierno de la Ciudad de México ha reprimido las marchas feministas, a mí me han tocado los gases, dice la oaxaqueña de nacimiento y que hoy comparte su vida entre la ciudad de Oaxaca y la CDMX.

Ninguna de las dos tiene mirada feminista, a pesar de su dialéctica, donde aseguran que apoyan la lucha indígena y la feminista, pero para mí en ambos casos se trata de asuntos electoreros, después se olvidan.

Mujeres lejanas del feminismo

Lo otro es que tampoco visualiza a ninguna feminista en la política.

Sí, he conocido la lucha de las sufragistas y hoy podemos decir que hemos avanzado, porque hay más mujeres en los puestos políticos, el problema es que detrás de ellas hay un sistema patriarcal que las apoya y que son mujeres que no están con las mujeres

Celebraremos cuando llegue esa mirada que hoy falta al sistema político mexicano, porque no solo se trata de apropiarse de nuestras luchas para no hacer nada.

La violencia contra las mujeres

Para Carolina Gamboa Villalobos, estudiante de Ingeniería en Minas y Metalurgia de la Universidad Autónoma de Chihuahua, suena muy chido e increíble que el próximo año se pueda elegir a una primera presidenta.

Ella como las otras chicas entrevistadas, sostiene que tan pronto cumplió los 18 sacó su credencial para votar porque se la piden en todos lados.

Carolina explica que sabe que habrá una presidenta y que puede ser Claudia o Xóchitl, pero le preocupa el abstencionismo, que sean unas cuantas personas las que decidan.

Estaría increíble una presidenta, que en realidad son pocas en el mundo, lo importante es que nos vaya mejor, podrían comprender mejor a las mujeres y eso haría la diferencia.

Para ella un punto de mayor preocupación es la falta de seguridad, en la ciudad de Chihuahua no siempre tienen la respuesta adecuada cuando una mujer denuncia, aquí están ocupados en los operativos antinarco.

Y hace falta trabajar más para que las mujeres se apropien de sus derechos, sé de esto por una de mis tías, a veces tienen que llevar a las mujeres a refugios para resguardarlas de sus maltratadores y ahí permanecen unos días pero luego se quieren regresar a su casa, con quien la maltrató.

Entonces es necesario atender a esas mujeres, para que entiendan que tienen derecho a vivir sin ser violentadas y eso no lo ha hecho el gobierno, no hay campañas que digan eso a las mujeres, entonces este tipo de cosas son las que debe ver la futura presidenta.

Como las otras entrevistada, Carolina sostiene que en las escuelas la historia del sufragio no se ve, “aprendemos de esto en otras partes, con mi tía, en las redes, pero debería ser un tema que se incluya en los libros de texto”.

Las van a juzgar

Emma Gabriela López sacará su credencial para votar el próximo año, tan pronto como cumpla 18, dice la estudiante de Derecho en una universidad de Tuxtepec, Oaxaca.

Sí, es un gran privilegio, vamos a votar por primera vez y vamos a elegir a una presidenta, la primera de México, será un honor.

Venimos de un largo periodo de gobierno de puros hombres, ahora tocará a las mujeres, y quien sea la presidenta tendrá una enorme responsabilidad sobre sus hombros, aunque ese es un principio de desigualdad.

No tengo las palabras exactas, agrega, cuando se le pregunta qué le pediría a las futuras candidatas y a la futura presidenta:

Primero que se fijen en lo que dicen, para que no prometan lo que no pueden cumplir, porque las van a juzgar mucho y más por ser mujeres, todo el mundo las estará viendo.