Herbicida glifosato y leucemia infantil

0
438

Emmanuel González-Ortega

Un estudio toxicológico realizado paralelamente por institutos de investigación de varios países tales como Estados Unidos, Italia, Dinamarca, Brasil, Reino Unido, encontró que el herbicida más usado en el mundo -el glifosato- provoca leucemia en ratas de laboratorio en etapas tempranas de la vida. En la investigación de larga duración se administró, por grupos de ratas, el glifosato solo, diluido en agua potable. A otros dos grupos de ratas, se administraron dos de las formulaciones comerciales del herbicida también diluidas en agua. En el estudio se usaron dosis actualmente consideradas como seguras por las agencias regulatorias de los Estados Unidos y de la Unión Europea. Aunque los resultados encontrados complementan las evidencias previas sobre los daños del glifosato a nivel neurológico (https://www.sinembargo.mx/15-09-2023/4405821), la toxicidad a órganos del cuerpo, las alteraciones hormonales, tumoraciones, alteraciones del desarrollo prenatal, y de manera muy alarmante: los impactos genéticos y mutagénicos por la exposición al glifosato de generaciones futuras. Esta investigación encontró que, aproximadamente la mitad de las muertes por leucemia de las ratas expuestas al glifosato se observaron en animales de menos de un año de edad.

¿Qué es la leucemia?

Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la leucemia es un tipo de cáncer de la sangre que se origina en la médula ósea, tejido que está en el centro de los huesos donde se forman las células sanguíneas. La leucemia implica un aumento descontrolado de la cantidad de células conocidas como glóbulos blancos, que son responsables de combatir infecciones. Las células cancerosas impiden la producción de otras células sanguíneas saludables (glóbulos rojos, plaquetas, glóbulos blancos sanos) y pueden propagarse al torrente sanguíneo y a otros órganos: cerebro, sistema nervioso central, ganglios linfáticos, etc. La leucemia puede presentarse tanto en infantes como en adultos, y es una enfermedad potencialmente mortal si no hay un tratamiento médico especializado oportuno.

Otros estudios previos han detectado glifosato en el aire, en el suelo, en el agua, en los alimentos para humanos (https://pagina3.mx/2017/10/al-grano-transgenes-y-glifosato-en-alimentos-producidos-industrialmente-con-maiz-en-mexico/), e incluso en orina y sangre humanas. También se ha informado que las formulaciones comerciales de herbicidas que contienen al glifosato como sustancia activa, tienen además ingredientes tales como metales pesados (cromo, arsénico, plomo, níquel) que son altamente tóxicos para la vida (https://pagina3.mx/2018/05/herbicidas-basados-en-glifosato-mas-toxicos-de-lo-se-pensaba/ ).

El herbicida glifosato está fuertemente asociado a los cultivos transgénicos (principalmente soya, algodón, maíz) que fueron modificados genéticamente para sobrevivir a la aspersión de dicho herbicida y sobrevivir, mientras que otras plantas (y seres vivos) presentes en el cultivo mueren rápidamente por los efectos del glifosato. Estados Unidos es el país en donde más se siembran cultivos transgénicos con tolerancia al glifosato, por lo que los volúmenes de uso del herbicida en la agricultura industrializada se han disparado desde los años 1990. En ese país, cada año se diagnostican aproximadamente 15 000 niñas, niños y adolescentes con algún tipo de cáncer. Entre los años 2003 y 2019 se ha registrado un aumento del 0.5% en el número de casos de cáncer en Estados Unidos, y los casos de leucemia son los que han aumentado en mayor cantidad, proporcionalmente.

Por otro lado, otra investigación científica muy reciente, demostró la relación entre el aumento del área sembrada con soya transgénica y el número de muertes en niñas y niños menores de por leucemia en regiones de Brasil. Brasil es el mayor consumidor mundial de pesticidas altamente peligrosos, utiliza 2.3 veces más volumen de pesticidas que los Estados Unidos, y su uso aumentó en 2004, a partir de la aprobación de la siembra comercial de soya transgénica tolerante al glifosato. El estudio reveló que hay un mayor número de muertes infantiles por cáncer en áreas que se encuentran “río abajo” de las granjas productoras de soya, por lo que probablemente las muertes por leucemia se relacionan con la contaminación con glifosato y otros herbicidas del agua que es consumida por la población. La investigadora responsable del estudio indicó que estos resultados son solamente la “punta del iceberg”, ya que muy probablemente otras enfermedades tales como enfermedades neurológicas, otros tipos de cáncer o envenenamientos agudos se deben a la exposición a los pesticidas.

  

De manera lamentable, la leucemia es la primera causa de muerte por enfermedad en niñas y niños de entre 5 y 14 años en México, y esta enfermedad representa una de las principales causas de mayor número de años de vida potencialmente perdidos. De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Salud Pública, en el periodo de 20 años entre 1998-2018 se registró un incremento en el número de muertes por una variante de leucemia -leucemia linfoblástica aguda- en la población menor de 20 años. Aunque se ha asociado la aparición de la leucemia a aspectos genéticos, también se ha relacionado este tipo de cáncer con exposición ambiental o tratamientos con radiación, o a exposición a sustancias químicas tóxicas. De hecho, investigadores indican que, un aumento tan acelerado en el número de casos de leucemia infantil en tan poco tiempo, puede fácilmente asociarse a exposición a sustancias químicas, como lo es el glifosato.

Un análisis toxicológico realizado a 89 niñas y niños de comunidades rurales de Jalisco, México, encontró que el total de muestras analizadas contenía trazas de glifosato en la orina, además de contener en el cuerpo residuos de otros 15 agroquímicos. Aunque el glifosato fue categorizado cómo probable cancerígeno en humanos en 2015 por la máxima autoridad de cáncer a nivel mundial, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud, el interés económico de las empresas de agroquímicos sigue exigiendo que no se prohíba este herbicida para su uso en la agricultura en muchos países.

En México se han tomado medidas progresivas que tienen la tendencia a eliminar el uso de este agente nocivo, pero la ciudadanía debe ejercer sus derechos a la información, al medio ambiente limpio, a la alimentación nutritiva y de calidad, y el derecho a la salud y exigir que no se utilicen agroquímicos altamente peligrosos en la producción de alimentos mientras llega la prohibición total de los plaguicidas altamente tóxicos y las empresas son llamadas a cuentas por los daños a la salud de las niñas y niños y la contaminación ambiental.

Más información:

https://www.pnas.org/doi/10.1073/pnas.2306003120

https://glyphosatestudy.org/wp-content/uploads/2023/10/GGS-_25-10-2023-compressed.pdf