Alicia Athié Martínez, consultora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), sostuvo que la migración no es un problema sino un derecho humano, pero las personas migrantes usualmente son víctimas de discriminación, violencia y extorsión, además de que se vuelven “invisibles” para la sociedad.
Al coordinar el Taller para periodistas y comunicadores sobre Migración y Derechos Humanos que organizó el PNUD el 24 de octubre último, Athié Martínez subrayó que las personas migrantes deben ser consideradas de forma específica por los gobiernos e instituciones públicas, ya que están en situación de vulnerabilidad al atravesar un espacio donde pueden sufrir violaciones a sus derechos humanos.
Durante el taller, en el cual participó personal de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, la representante del PNUD puntualizó que al ser el estado de Oaxaca receptor de un importante flujo migratorio de personas provenientes de Centroamérica, es necesario que las instituciones públicas fortalezcan su acción en el tema.
Subrayó que es necesario que las autoridades involucren a la sociedad civil en un trabajo conjunto que permita garantizar un entorno de protección a los derechos fundamentales de las personas migrantes.
Athié Martínez recordó que el Estado mexicano tiene la obligación de garantizar el bienestar de las personas que transitan por su territorio, pues la nación adquirió este compromiso al suscribir tratados internacionales de derechos humanos y lo estableció en sus leyes a partir de la reforma legislativa sobre derechos humanos de junio de 2011.
Recalcó que el tema migratorio es fundamental no sólo para México, uno de los países más importantes en este aspecto por el gran flujo de personas que transita por su territorio, sino para todo el mundo, pues los especialistas calculan que la migración moviliza a 231 millones de personas al año en todo el planeta.
La capacitadora comentó que el objetivo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo con este tipo de actividades es contribuir al fortalecimiento de los vínculos entre las instituciones y la sociedad, con el fin de generar un ambiente de cohesión social y desarrollo.
El taller fue desarrollado en las instalaciones de Ciudad Administrativa y en él participaron trabajadores de la comunicación que colaboran en organismos autónomos, como la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, así como personal de instituciones de gobierno.