Diana Manzo/Corresponsal
JUCHITÁN, OAX.- Como es costumbre en algunas ciudades del país y también en el Istmo de Tehuantepec, las familias consumen la noche del 31 de diciembre 12 uvas para recibir al año nuevo, ya que representan las 12 campanadas que anuncian el comienzo de un ciclo además de 12 deseos para éste mismo.
En esta temporada esta fruta suele disparar su precio, a pesar de que es un alimento recurrido, los comerciantes atribuyen el costo elevado a diversos factores, uno de ellos es la variedad de tipos de la fruta, ya que hay blancas, negras, con o sin semilla; sin olvidar que este año los comerciantes dicen que fue por las bajas temperaturas que existen en el país.
En Juchitán, en los puestos ambulantes que se ubican en el centro de la ciudad, el precio oscila en 70 pesos el kilogramo de la uva globo y la de sin semillas rojas, mientras que en las tiendas departamentales el precio está entre 50 y 60 pesos.
Las mujeres amas de casa, manifestaron que en este año, consumir uvas fue un lujo, porque la economía del país no está en condiciones para disfrutar de alimentos que antes era como un ritual.
“Antes los 20 integrantes de mi familia, entre hijos, hermanos y nietos comprábamos unos cinco kilos de uvas, ahora en este año preferimos utilizar el dinero para comprar la cena y otros alimentos, este año no consumimos uvas, porque la economía del país no lo permite”, señaló Sandra López Ruz.
A esta declaración también se unió Romina Santiago Matus, quién dijo que ella solo compró un kilo de uva en la tienda de autoservicio, porque allí lo encontró más barato.
“Tuve que caminar todo el mercado municipal preguntando precios, por último me decidí en una tienda de supermercado, aunque no de buena calidad la uva, pero me salió más barato, esto lo hice para no perder la tradición de consumir las 12 uvas de la bendición, mi familia es muy creyente y tradicional, así que comimos nuestras doce uvas el 31 de diciembre”, dijo.
Las familias en Juchitán, a parte de las tradicionales uvas, también prenden fuego a muñecos de trapo llenos de cohetes que llaman “viejos” que simula todo lo que dejó el 2014.