Jaime GUERRERO
OAXACA, (pagina3.mx).- La síndica de Tlacoula de Matamoros, Elizabeth Sánchez, demandó que los cargos comunitarios o de cuidado que desempeñan las mujeres en los municipios regidos por Sistemas Normativos Internos se homologuen al valor de los que realizan los hombres, para garantizar la participación de las mujeres en los procesos de elección e integración de cabildos.
Y es que en gran parte de los 417 municipios de Oaxaca regidos por los también llamados Usos y Costumbres, una de las principales condiciones para poder ser votado es el desempeño de cargos comunitarios como topil (policía municipal), mayordomo de la iglesia (cuidador), mayor de vara (supervisor del trabajo de los topiles), entre otros en donde a las mujeres se les niega la función.
En cambio, durante las asambleas las mujeres son designadas para la integración de los comités de salud, de las cocinas comunitarias y de la realización de los alimentos para llevar a los tequios (servicios comunitarios), sin que éstas funciones sean tomadas en cuenta como servicio.
«A las mujeres no se les considera en la realización de tequios sin embargo son ellas quienes llevan los alimentos para los hombres durante estas labores del campo. En las fiestas patronales son ellas las que hacen la comida. No son las mayordomas pero son ellas las que sostienen la fiesta. Eso debería de ser considerado como servicio para poder acceder a todos los demás cargos públicos dentro del ayuntamiento», señaló la síndica.
La también activista, dijo que ese trabajo es invisible a los ojos de la comunidad debido a la idea arraigada de que toda labor que se desempeñe en la casa es privada y lo que se hace hacia afuera es público.
Al impulsarse la homologación en los cargos y hacer visible el trabajo comunitario que realizan las mujeres, es posible avanzar hacia la paridad en la conformación de los cabildos de los municipios regidos por Sistemas Normativos Internos, dijo.
Lamentó que la paridad fue acortada en la Reforma Electoral recientemente aprobada por la LXII Legislatura en donde dejaron fuera a los 417 municipios regidos por este sistema.
Insistió que cuando se le de la misma importancia que realizan las mujeres en la cocina comunitaria como el tequio que realizan los hombres en el campo, cuando se considere lo mismo ser topil que ser la cocinera del comedor comunitario, se puede homologar y garantizar la participación política de las mujeres.
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