Pero la renuncia es un paso atrás que da para tratar de ganarse aliados (los diputados de su partido y el propio presidente Temer en primer lugar).
La misma Rousseff califica al propio Cunha de ser uno de los artífices de su caída.
Además de iniciarlo, el por entonces presidente de la Cámara aceleró los procesos y obstaculizó barreras burocráticas y procesales para que todo fuera más rápido.
Otros expertos consideran que Cunha ha sido un mero instrumento y que, cuando ha dejado de ser útil, ha sido abandonado por sus propias filas.
Pocas horas después, Cunha desencadenaba el impeachment de la presidenta, que la apartó provisionalmente del poder en mayo.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2016/07/07/actualidad/1467910683_745121.html