Al diario estadounidense le interesó la historia, la empezó a investigar pero la abandonó al no poder establecer si era veraz o si Freeman se la había inventado.
Es triste, y lo más triste de todo es que plantan la semilla de la corrupción en estos niños.
“Insistí», me dijo Mark Freeman, “pero con el tiempo entendí que muchos de los otros padres se estaban hartando de mí.
El partido acabó 0 a 0; el Cornellà se coronó campeón; el Manresa ascendió y el Europa quedó tercero, excluido del ascenso.
Lo único necesario para que la corrupción triunfe es que los hombres buenos no hagan nada.
Fuente: http://elpais.com/deportes/2016/09/16/actualidad/1474036149_114211.html