Es un placer especial sentarse, ya sea en el cine o en casa, a ver alguna de las grandes películas de Hollywood. Pero debemos recordar que lo que visionamos no es más que el resultado final. Antes de llegarnos este producto final ha habido todo un sinfín de trabajo, anécdotas y entresijos. Vamos a ver hoy algunas de las curiosidades que rodearon a los grandes rodajes.
Hoy se nos antojaría imposible que otro actor interpretase a Aragorn en el papel protagonista de El Señor de los Anillos (2001), sin embargo, el actor no sólo no fue la primera opción para interpretar a este guerrero, sino que el proyecto llegó hasta el día anterior de iniciar el rodaje con Stuart Townsend (al que conocemos por su papel en The Crown) como protagonista. No se conocen exactamente los detalles de lo que ocurrió, aunque algunas voces afirman que el director, Peter Jackson, consideró que la interpretación debía correr a cargo de alguien más maduro, dadas las características del papel. Visto el éxito posterior, está claro que a Townsend no le debió sentar muy bien la cosa.
Veremos ahora otro caso que es exactamente lo contrario. Bill Murray es un compendio de anécdotas en sí mismo. Se rumorea que cuando va a un restaurante se acerca a algún comensal y le coge patatas fritas de su plato, se las come y le dice “si se lo explicas a alguien, nadie te creerá”. Su film favorito en el que ha aparecido es Lost in Translation (2003). La cinta fue una de las pocas ocasiones en las que una mujer estuvo nominada al premio de Mejor Director. No se hizo con la estatuilla, pero sí a la de mejor guión. Como anécdota debemos decir que Sofía Coppola escribió el papel pensando en Murray y que, si no lo hubiese aceptado, no habría hecho la película, según ha declarado la realizadora.
Casino Royale (2006) fue la primera incursión de Daniel Craig en el universo Bond, y acabó por ser, para muchos, una de las mejores películas de la saga. Sin embargo los inicios del rodaje no fueron fáciles, sobre todo para el actor protagonista. A parte de la polémica alrededor de ser el primer Bond rubio, se descubrió que Craig no sabía jugar al póker. Eso ya era un hándicap importante para alguien que interpreta al agente 007, pero es que, además, en esta película, la escena de este juego en concreto, que hoy encontramos online, tiene un peso específico en el devenir del argumento. Finalmente, Craig tuvo que tomar unas clases aceleradas en un hotel de Berlín; y no se le dio mal del todo, visto el resultado.
Otra curiosa anécdota de una gran producción viene a cargo de DiCaprio y Tom Hardy, compañeros de rodaje del “blockbuster” El Renacido (2015). Leo estaba bien convencido de que su compañero de rodaje, y buen amigo desde entonces, sería nominado a la estatuilla por mejor secundario gracias a este film; un entusiasmo que no compartía Hardy. Tal era el pesimismo del segundo que aceptó una apuesta en la que tendría que tatuarse “Leo Knows All” (Leo lo sabe todo) si finalmente Leo acertaba. Así ocurrió, por lo que Hardy tuvo que cumplir con lo prometido. Desde entonces, según reportan varios medios, lo luce en su brazo derecho, a la altura del bíceps.
Pero no todos los rodajes acaban en amistades, de hecho hay numerosos ejemplos de grandes enemistades y rodajes infernales. The Score (2001), traducida como “Un golpe maestro” juntó en una cinta a tres generaciones de actores extraordinarios: Marlon Brando, Robert de Niro y Edward Norton. Frank Oz, el director, debió pensar que era una de las mejores cosas que podían pasarle. Se equivocó. Un Brando ya en el final de su carrera se encargó de amargarle la existencia, dando por buenos los rumores que lo señalaban como un actor muy conflictivo. Tal fue la contienda que el propio de Niro tuvo que dirigir las escenas en las que actuaba Brando, ya que era imposible juntarlos en el set de rodaje.
