Las Casas de la Mujer Indígena y Afromexicana del INPI, viven con 55 pesos al día, perdieron y el programa no han crecido

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Camias
  • Son hogar y resguardo de derechos fundamentales de las mujeres, pero son mujeres las que las mantienen y viven con carencias y programas incompletos
  • A pesar de reconocer el esfuerzo que realizan las mujeres indígenas en la defensa del territorio, se manipula el presupuesto que cayó 75 por ciento

Sara Lovera | Imágen: SemMéxico | SemMéxico

SemMéxico, Ciudad de México.-Las 35 casas de la Mujer Indígena y Afromexicana (Camias), subsisten apenas con 55.5 pesos diarios, transferidos por la federación, a pesar de que su objetivo es atender a las más pobres y alejadas, en su salud sexual y reproductiva; dar herramientas para contener la violencia contra las mujeres e instruirse para crear emprendimientos, de acuerdo con el análisis de Miranda Carballo Corrales publicado el 27 de julio pasado.

No obstante, este fin de semana, en una reunión en la Ciudad de México el coordinador de Derechos Indígenas del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Hugo Aguilar Ortiz, aseguró que el presupuesto asignó 7 millones de pesos a este programa, desmantelado al comenzar la administración de Andrés Manuel López Obrador, pero sólo se canalizaron 700 mil pesos.

El dicho oficial no se sostiene en la realidad, y tampoco hay nuevas casas, cuando el compromiso era crear 10 más en dos años; esto es debía haber 45 y no desaparecieron por presión política, pero hoy carecen de lo más elemental.

Como dice Corrales Carballo, analista de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad y profesora del Instituto Tecnológico Autónomo de México, en el país viven 23.2 millones de indígenas —el 19.4 por ciento de la población total del país— así como 2.6 millones afrodescendientes. Se estima que el 51.4 por ciento de la población indígena y 50 por ciento de la afroamericana —11.9 y 1.3 millones, respectivamente suman 13.1 millones de mujeres.

Pero en una comunicación oficial el INPI afirma que es un compromiso del presidente Andrés Manuel López Obrador, que estas Casas “sean el espacio desde donde las mujeres tienen un hogar para la defensa de sus derechos” y cuenten con el apoyo de las instituciones. Hoy las beneficiarias, dicen que no es así.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), la incidencia de la pobreza en los municipios donde la mayoría es población indígena, su condición, afecta 80 por ciento más a las mujeres que a los hombres, al vivir un rezago histórico no atendido en materia de acceso a la seguridad social, la educación y los servicios de salud.

Este fin de semana, de acuerdo con la oficialidad, las beneficiarias de estas casas analizaron en mesas de trabajo la situación de las CAMIAS, reunión donde las autoridades reconocieron que son uno de los pocos espacios públicos enfocados a atender los problemas de mujeres que pertenecen a comunidades indígenas y afrodescendientes.

Estos sitios brindan servicios tales como el acompañamiento de traductoras en trámites y citas, asesoría legal, judicial y psicológica en situaciones de violencia, así como talleres sobre métodos anticonceptivos y salud sexual.

El análisis de Mexicanos contra la Corrupción describe que estos espacios son liderados por mujeres de las propias comunidades y son financiadas con recursos públicos por el INPI, sin embargo, durante la presente administración el presupuesto dedicado a las CAMIAS

ha experimentado una reducción al menos de 30 por ciento en términos reales entre 2019 y 2022, lo que ha generado diversos obstáculos para el desarrollo de sus actividades y provocado retrocesos en la protección de los derechos de las mujeres.

En la reunión las participantes planearon, además, la necesidad de que las fiscalías y las delegaciones de la Secretaría de Salud, de donde depende su trabajo y atención, no es positiva, porque su funcionariado no tiene perspectiva de género.

Las casas, quedó claro, permanecen estáticas desde hace 5 años; no han mejorado, ni se han ampliado; si pueden pedir recursos adicionales, que reciben a cuentagotas y que este año, al mes de julio no han llegado, y, además, cuentan con apoyos económicos de la organización social Semillas y de sus comunidades. Sin embargo, no alcanza.

En la reunión, del fin de semana, se planteó el desafío de la participación política, de todos y todas, pero sobre todo de las mujeres indígenas que viven en poblaciones de sistemas normativos.

Según la información oficial, la Consejera Electoral del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca, (IEEPCO), Zaira Hipólito López reflexionó sobre los desafíos de la participación política de las mujeres en los sistemas normativos indígenas y Rubí Nolasco de la CAMIA, Yoltika de Tlaola, Puebla expresó en las mesas de trabajo que se identificó como una necesidad fortalecer los vínculos interinstitucionales en el trabajo de las CAMIAS. Y fue ella la que dijo que “Me gustaría que a la siguiente reunión se invite a las fiscalías y a la secretaría de salud, ya que estas instancias, en la mayoría de las veces, no cuentan con perspectiva de género y esto dificulta o imposibilita dar seguimiento a los procesos”.

Propuso invitar al Instituto Nacional de Lenguas Indígenas INALI para el tema de intérpretes en comunidades. El INALI, que ahora está en peligro de desaparecer. Agradeció la disposición y calidez que encontró en este encuentro, ya que es algo que la nutre de energía para seguir trabajando.

El estudio de Mexicanos contra la Corrupción y el Presupuesto

Entre 2019 a 2022 el presupuesto de las Casas de la Mujer Indígena y Afromexicana CAMIS se ha reducido un 30 por ciento. Como se puede apreciar en la gráfica, donde son cada vez menos los recursos que se destinan a la defensa de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres indígenas.

En el 2020, por ejemplo, con la llegada de la pandemia de COVID, las CAMIS sufrieron una reducción del 75 por ciento de su presupuesto después de las medidas de austeridad proclamadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador. No obstante, debido a presiones de diversos sectores, como las mismas CAMIS, organizaciones de la sociedad civil y diputadas, se les entregó un 50 por ciento del presupuesto acordado en el mes de agosto del 2020.

La Red de Casas de la Mujer Indígena y Afromexicana publicó un boletín en el que indicaba que las CAMIS debían modificar sus propuestas de trabajo para obtener el financiamiento. Al final, las administradoras de las casas mencionaron que seguirían luchando para obtener un presupuesto digno para poder atender los objetivos que se han propuesto desde su creación.

A pesar de los esfuerzos y los veinte años de trayectoria que ha tenido – desde el gobierno de Vicente Fox, a cargo de Xóchitl Gálvez- el proyecto, las CAMIAS no representan ni el unopor ciento del presupuesto total del INPI. Como se puede apreciar en la siguiente gráfica, el dinero orientado a este proyecto apenas alcanza un 0.75 por ciento del presupuesto total del Instituto.

Es importante señalar que las CAMIAS, como todos los proyectos del Programa de Bienestar de los Pueblos Indígenas (PROBIPI), son considerados estímulos más que programas sociales, ya que son recibidos como resultado de una convocatoria. La emisión de dicha convocatoria se realiza dentro de los primeros meses del ejercicio fiscal. La dictaminación y celebración de convenios se ejecuta después de 45 días.

El análisis señala que, no obstante, las administradoras de las CAMIAS han expresado que dichos plazos afectan la planeación de sus actividades, ya que son entregados aproximadamente entre los meses de abril y junio, cuando la mitad del año ya transcurrió. Además, como hemos señalado, dichos pagos no son suficientes para las casas y para que las administradoras cumplan con los objetivos que se han propuesto. No obstante, continúan trabajando a pesar de no contar con los recursos.

Pone como ejemplo, al no tener recursos para poder impartir talleres sobre sexualidad, las trabajadoras de la Casa Ve’e Naxihi en San Quintín, Baja California, acuden a la casa de alguna de las mujeres de la comunidad para poder tener un espacio para impartir el taller. Estas actividades son vitales para el bienestar de las mujeres y de su comunidad.

Las administradoras de las CAMIAS entrevistadas señalaron que el financiamiento es insuficiente para costear en tiempo y forma los servicios que se ofrecen, como el pago a las servidoras de los grupos multidisciplinarios, abogadas, psicólogas, traductoras, parteras, etc., el acompañamiento a las mujeres violentadas y refugio a familias en situación de vulnerabilidad. Además, la mayoría de las ocasiones, los recursos son entregados hasta abril o mayo, lo cual dificulta el funcionamiento de la casa en los primeros meses del año.

De acuerdo con Yaneth Herrera, directora de derechos de las mujeres indígenas del INPI —también entrevistada para esta pieza—, las casas no acceden a mayores recursos porque no cumplen con los requisitos necesarios. Señaló que las casas cuentan con el apoyo de los centros de coordinación, los cuales fungen como vínculo entre el Instituto y las casas, para poder guiarlas en trámites como el llenado de las solicitudes de apoyos. Sin embargo, no muchas acceden, ya sea por la falta de solicitudes o por no cumplir con los requisitos necesarios. Asimismo, reafirmó el compromiso que tiene la presente administración con las mujeres de las comunidades indígenas y con la defensa de sus derechos.

No pueden realizar acciones

Después de 2020, el momento de menor presupuesto por la pandemia, la situación no ha mejorado para las CAMIAS. Se mantiene la tendencia a reducir el presupuesto de las casas, lo cual ha generado que cada vez más disminuyen las tareas y ayudas que pueden realizar. En diversas entrevistas, las administradoras de las casas mencionaron que no tiene sentido inaugurar más casas si estas no cuentan con el financiamiento necesario para atender a las mujeres cómo se debe.

Además de la reducción presupuestal, la cobertura de las CAMIAS no ha llegado hasta donde se había estimado. Una de las metas oficiales del gobierno federal fue contar con sesenta casas para el final del sexenio actual, de acuerdo con el Programa Especial de los Pueblos Indígenas y Afromexicano 2021-2024. Conforme a este documento, para 2023 se deberían contar con 45 CAMI, pero esto no ha sucedido. La cifra se mantiene en 35 casas. No obstante, de acuerdo con la entrevista con la directora, el objetivo del INPI es fortalecer las casas, no expandirlas.

También es interesante notar que el Programa Especial de los Pueblos Indígenas y Afromexicano 2021-2024 mencionaba que para 2018 existían únicamente cinco casas, pero de acuerdo con información del Instituto de los Pueblos Indígenas había veintinueve. Una posible explicación para esta contradicción de información es el financiamiento que reciben las casas: algunas de ellas, al no poder sobrevivir con el presupuesto federal, recurren a programas como el Fondo Semilla, el cual financia, por ejemplo,

Violencia que puede contarse

De acuerdo con la Asamblea Nacional Política de Mujeres Indígenas, durante el primer trimestre del 2020, las CAMI atendieron más de 1,111 casos de violencia de género y más de 24,000 durante el 2019. Muchas de estas casas han continuado con su operación, a pesar de los recortes, pues implican la única vía de acceso a una vida libre de violencia para muchas mujeres indígenas y afromexicanas.

El Centro de los Derechos de la Mujer Nääxwiin es una de las 35 Casas de la Mujer Indígena que existen en el país que ha desarrollado su trabajo y trayectoria en la región del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Su objetivo es visibilizar la exclusión y discriminación que viven las mujeres indígenas e incidir en las instituciones y las comunidades para que las mujeres puedan ejercer sus derechos.

Hugo Aguilar Ortiz, al inaugurar el encuentro de las CAMIAS en Ciudad de México informó que el Congreso de la Unión otorgó un proyecto mayor a 7 millones de pesos, por lo que se les solicitó a las CAMIAS proponer proyectos complementarios que se relacionen con derechos agrarios o que se relacionen con la comunidad.

La directora general para la Promoción de una Vida Libre de Violencia e Impulso a la Participación Política del Instituto Nacional de las Mujeres, INMUJERES, la oaxaqueña Anabel López Sánchez reconoció el aporte que realizan las mujeres indígenas y afromexicanas respecto a la prevención de la violencia de género.

Mencionó que este año se amplió el número de premios Martha Sánchez Néstor, además de que desde el INMUJERES lanzaron una nueva convocatoria – el Premio Nacional a la Promoción de los Derechos de las Mujeres Afromexicanas-.

Reconoció el esfuerzo que realizan las mujeres indígenas en la defensa del territorio y reiteró su apoyo desde el INMUJERES.

La coordinadora de Género y Pueblos Indígenas del Registro Agrario Nacional (RAN), María Gabriela Rangel Faz, informó que en el RAN se realizan jornadas de atención a las mujeres agraristas cada 2° martes del mes y que se integró la Red de mujeres agraristas donde se trabaja virtualmente desde el 15 de octubre del 2022, y se da formación a promotoras sobre derechos agrarios de las mujeres.

También se cuentan con Jornadas nacionales itinerantes para mujeres agrarias en donde se entregan documentos a mujeres, levantamiento de testimonios agrarios y sensibilización y difusión de los aportes que realizan las mujeres en sus núcleos.

Por su parte, la consejera Electoral del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca, (IEEPCO), Zaira Hipólito López reflexionó sobre los desafíos de la participación política de las mujeres en los sistemas normativos indígenas.

Rubí Nolasco de la CAMIAS, Yoltika de Tlaola, Puebla expresó que en las mesas de trabajo se identificó como una necesidad los vínculos interinstitucionales para fortalecer el trabajo de las CAMIAS. Le gustaría que a la siguiente reunión se invite a las fiscalías y secretaría de salud, ya que estas instancias la mayoría de las veces no cuentan con perspectiva de género y muchas veces esto dificulta o imposibilita dar seguimiento a los procesos.

Propuso invitar a INALI para el tema de intérpretes en comunidades. Agradeció la disposición y calidez que encontró en este encuentro, ya que es algo que la nutre de energía para seguir trabajando.

Margarita Amalia Cruz Cruz de la CAMIAS Ve’e Naxihi, Baja California comentó que fue interesante compartir experiencias con las compañeras, fue un trabajo cansado pero satisfactorio, se lleva mucho aprendizaje y vínculos. Le da gusto ver a compañeras que siguen firmes desde hace 15 años, así como ver rostros nuevos y jóvenes, considera que las nuevas compañeras tienen mucho que aportar.

El principal acuerdo emanado del encuentro fue realizar una documentación del trabajo de 6 Casas de la Mujer Indígena y Afromexicana, (CAMIAS), para visibilizar el trabajo que realizan día con día.

La directora de Derechos de las Mujeres Indígenas y Afromexicanas, Yanet Sofía Herrera Ambrosio expresó que este trabajo nutre y llena el espíritu, que la vida de las mujeres es muy valiosa y por eso hay que seguir trabajando en ello.

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