Juan José Ordóñez Flores, artista istmeño que recrea su cultura zapoteca en obras miniatura ganó segundo lugar en concurso.
Diana Manzo | Fotos: Cortesía de Juan José Ordóñez
Tehuantepec, Oax. (página3.mx).- Por su obra “Tirada de frutas” que elaboró con técnicas de policromado y cartonería, el artista istmeño Juan José Ordóñez Flores conocido como Jozecito Ordóñez obtuvo el segundo lugar en el concurso que organizó el Museo Estatal de Arte Popular de Oaxaca (Meapo), el Instituto de Intercambios Culturales y Educativos de México y el Fomento Cultural Citibanamex.
La tirada de frutas es uno de los acontecimientos que se realizan durante las fiestas titulares de Tehuantepec, del barrio de Santa Cruz y Santa María, en donde personajes llamados «caballeros» van por las plantas sagradas a la iglesia de Lieza y Cerrito Dolores, respectivamente, y las mujeres van vestidas con sus trajes regionales zapotecas- enaguas y huipiles- regalan frutas, accesorios, alimentos, artesanías, y demás productos como parte de sus tradiciones.
Recrea su cultura zapoteca en obras miniatura
Jozecito elaboró con sus manos y con cartonería cada una de las piezas, les puso color y adornos, de tal forma que simulara una fiesta la regada de frutas. De 31 años de edad y originario de Salina Cruz, Oaxaca, el joven artista fue acreedor al segundo lugar de la categoría de otros en el segundo concurso “Jóvenes de Excelencia”, el cual premia a lo mejor del arte popular en los 570 municipios de Oaxaca.
“Estoy muy feliz que se me reconozca, es un esfuerzo realizar piezas miniaturas, no es fácil, y tampoco muchas personas lo hacen, por eso me siento orgulloso porque en cada una de las piezas estoy llevando y sembrando la identidad de nuestro Istmo, es una forma de resistir y de decir acá estamos, acá seguimos”.
Jozecito a quien se le reconoce por ser el autor de la Guelaguetza en miniatura, es hoy un artista importante en la cartonería, y también del pintado de jicalpextle, telar de cintura y tintes naturales. El artista istmeño considera importante compartir sus saberes y lo hace a través de un Taller de cartonería y telar de cintura con infancias y juventudes impulsado por el proyecto de Semilleros Creativos de Oaxaca.
“Es todo un proceso en el que los infantes desarrollan y echan a volar su creatividad, con la infinidad de diseños y colorido que pueden obtener con las diversas técnicas de los teñidos naturales, que les voy enseñando. Los niños están aprendiendo a defender lo nuestro, a decir esto nos pertenece y así se multiplique el conocimiento”, dijo.
Este taller que se impartió como un curso de verano, servirá -aseguró el artista- para que la semilla florezca, que el arte oaxaqueño siga creciendo. Porque -recalcó- “es como decir que Oaxaca, nuestro Istmo de Tehuantepec está vivo”, concluyó.
