Don Pablo: la congruencia del pensamiento crítico

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Pablo González Casanova con el Comandante Insurgente Tacho en el seminario «Los muros del capital, las grietas de la izquierda”, convocado en abril del 2018. Foto: Daliri Oropeza

Este es un recorrido por la propuesta teórica de Pablo González Casanova, sus creaciones en la UNAM y su cercanía con los movimientos sociales e indígenas a 100 años de existencia

Texto y fotos: Daliri Oropeza | PIE DE PÁGINA

CIUDAD DE MÉXICO.- El Comandante Insurgente Tacho habla en el micrófono sobre Pablo González Casanova cuando el Comité Clandestino Revolucionario Indígena del EZLN lo nombra Comandante Pablo Contreras:

“Durante todos estos años, hemos visto a un compañero que no se ha cansado, que sigue teniendo el mismo espíritu de lucha y que los años no le importan, le importa la vida de nuestro pueblo. Y ese compañero no se ha rendido, ese compañero no se ha vendido, ese compañero no ha claudicado. Y por el contrario, sigue forjando la lucha entre todos nosotros y para nuestro pueblo de México”.

El auditorio del entonces CIDECI, ahora Caracol Jacinto Canek, está lleno. Es el clímax del seminario “Los muros del capital, las grietas de la izquierda” convocado en San Cristóbal de de las Casas en abril del 2018 por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Hay un gran silencio de escucha en la gran aula que toma de manera inesperada las palabras de la comandancia.

“Ese compañero para nosotros se llama Pablo Contreras, y como bien decía el subcomandante Moisés: el regalo es que le vamos a dar más trabajo, (…) que vamos a seguir luchando, no es que aquí se termina, vamos a seguir luchando y por lo tanto ese compañero se va a integrar a este gran colectivo, a este gran equipo, del Comité Clandestino Revolucionario Indígena- Comandancia General (CCRI-CG)”.

En ese momento el silencio expectante rompió en una larga ovación. Cada integrante de la Comandancia, desde la niña Esperanza Zapatista hasta las y los ancianos elevaron su mano izquierda a la frente mirando a los ojos para bienvenir, algunos firmes, con fuerza y convicción o algunas con un tierno abrazo, al nuevo integrante, que acababa de cumplir 96 años. Los hicieron eco y acuerparon el saludo de toda la comandancia por más de cinco minutos.

El subcomandante insurgente Moisés había dado un mensaje previo en el que describió cómo, para ser parte del CCRI-CG, no hay que decirle a la gente cuánto trabajas ni andar de pueblo en pueblo en campaña. Todo lo contrario. Trabajar y que el mismo pueblo reconozca el trabajo y te nombre, con más trabajo. Sin paga. Escuchar para llevar y traer la palabra. Pasar del cumpleaños en la lucha.

“Quienes estamos al frente de la lucha, no nos importa donde la pasamos, lo importante es que estamos haciendo trabajo para la vida de nuestro pueblo y eso lo tenemos claro”, dijo Tacho durante el nombramiento. En ese seminario de 2018, el EZLN junto con el Congreso Nacional Indígena, valoraban el proceso de la campaña de Marichuy, donde Don Pablo estuvo muy activo desde la Asociación Civil “Llegó la hora del florecimiento de los pueblos”.

Marichuy y Pablo González Casanova en el mitin de Bellas Artes el 11 de febrero del 2018, cuando buscaba firmas para ser candidata independiente. Foto: Daliri Oropeza

Antes de si quiera saber que sería nombrado comandante, Pablo González Casanova hizo una reflexión para el seminario sobre las transformaciones que ha significado el zapatismo de Chiapas:

 “Es lo que no quieren hacer con los pueblos indios desde la conquista: no entienden que aquí se piense con más profundidad que en ninguna otra región del mundo. O como en pocas regiones del mundo, para ser modestos.

“Esa transformación de la realidad es una transformación novedosa en todos los terrenos, en el arte, la filosofía, la política, el discurso y el uso de todos los recursos, en los géneros literarios teatrales, aparece un mundo nuevo.  Lo que el zapatismo está construyendo es un proyecto que puede salvar al ser humano y la vida de la tierra. Con Cuba y Venezuela, uno de los tres proyectos con que América Latina está contribuyendo a la sobrevivencia del ser humano”.

Incluso, fue invitado de Fidel Castro en varias ocasione, resaltando el discurso que dio el 1º Mayo en 2003 en la Habana, a propósito del “Ya es de Abajo” y a propósito de un encuentro de Artistas e Intelectuales en Defensa de la Humanidad y Contra el Neoliberalismo.

Una sociología de los explotados

Pablo González Casanova es un teórico académico fuera de lo común. Estudió contaduría en la Escuela Bancaria y comercial, maestrías n Historia en la Escuela Nacional de Antropología y el Colegio de México, y después el doctorado en Sociología en la Sorbona de Francia. A su regreso comenzó a dar clases y 15 años después publicó una de sus obras más importantes: La Democracia en México.

“Él se forma una visión muy propia del pensamiento sociológico donde suma una visión heterodoxa del marxismo, pone en el centro la explotación, es decir, la lucha de clases y la explotación, donde suma también la Sociología Empírica Norteamericana y las matemáticas”, describe Luis Hernández Navarro, coordinador de opinión de La Jornada, quien conoce de cerca a don Pablo desde hace más de 30 años.

En esa parte empírica, Pablo González Casanova ha sido muy cercano a los movimientos sociales, indígenas, obreros o estudiantiles. Aliado de la Revolución Cubana y desde 1994, junto con J’tatik Samuel Ruíz, obispo de San Cristóbal, pensador entorno al levantamiento zapatista. Tuvo un papel fundamental desde la formación de la Comisión Nacional de Intermediación (Conai) hasta los diálogos de San Andrés en adelante.

“Desde hace mucho tiempo Don Pablo insiste en este concepto de la lucha por la vida como un eje central de la lucha de nuestros tiempos. Esta es otra vertiente permanente de su trabajo y cuando surge el Altermundismo en 1999 en Seattle, él desempeña un papel fundamental en buscar, pensar este tipo de movimientos sociales. Animarlos junto con pnsadores que además son sus amigos: Samir Amin, Immanuel Wallerstein,  François Houtart, quienes juegan un papel muy importante en el mundo del Altermundismo”, recuerda Luis Hernández Navarro.

De acuerdo con Guadalupe Valencia García, coordinadora de Humanidades en la UNAM, ”en Don Pablo tenemos a un intelectual indefinible porque es por su complejidad, porque realmente es un erudito, es un intelectual, que es un ciudadano del mundo en la acepción más amplia de la palabra porque no hay tema, problema que no sea de su interés; tema humano, tema social, tema que tenga que ver con la desigualdad, con la justicia, con la dignidad que no sea de su interés”.

Valencia trabaja como investigadora y académica cerca del sociólogo desde la década de los 80. Él estuvo presente en primera fila en sus nombramientos como directora del CEICH y ahora en su cargo como coordinadora. Para ella, Pablo González Casanova es un intelectual de pensamiento complejo, mirada compleja.

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